martes, abril 29, 2008

Vendo juego.

Vendo juego, vendo azar.... vendo incertidumbre, mi loKal también está lleno de aburridos y seguros objetos de konsumo racional. Alimentos, golosinas y cigarrillos inundan mis estantes pero lo ke realmente les inreresa a mis "klientes"... es la bullada y adrenalínika suerte de darle a las kromadas esferas de la suerte, esa ke akompañada de tintiniantes luces , ruidos elektrónikos y kardiovaskulares deja la ganancia para mi santo pan. Adelante, serán bién recibidos y la konkurrencia pasará a tomarlos komo su familia ... en korto plazo.




El Guatón Julio.











Noche de numerosas presipitaciones... y eskasas monedas. La akuátika avenida enfila lúgubre hacia el centro, lo solitario de mi marcha kontrasta kon la próxima intersección . El lugar está lleno de autos negros, inekívoko kolor de la lokomoción kolektiva schilena. Afuera del polikolorido negocio decenas de personas se agrupan atolondradamente frente a las pekeñas kajas de kolores. Estoy llegando al paraiso del juego.... la eskina del Guatón Julito.

Bajo lento y sereno, signo de no estar perdiendo nada, amuño y tiro basketbolístikamente la kajetilla vacía mientras enfilo al fondo del aparador. La disposición de los muebles, estantes y tragamonedas es rara en este lugar. En un komienzo, un respetable expendio de golosinas y komida "rápida", ke diversifikaba rubro kon una ke otra pelíkula pirata X pa`la venta. Pero kon la llegada de las "makinitas" de la gamba, todo lo restante empezó a pasar a un segundo plano.

Las bulliciosas kajoneras fueron a ser las principales atrakciones, inkluso pasaron a okupar los mejores lugares dentro del lokal en un principio, para luego ir subiendo en número y llevar a un ascinamiento extremo a lokatario y usuarios. Les puedo evidenciar ke hasta hay mákinas ke en este momento se enkuentran afuera de la konstrukción , tapadas solamente kon un poko seguro techito de lona o plástiko.... bueno , está de más decir ke en Valdivia llueve y hace mucho frio por las noches.
Tomo uno de los vasos plástikos de la kafetera, lo poso en la inyección del líkido negro y entre jalando- sorbeteando la osKura mezKla observo a los parrokianos. Un flaKo kon kara de angustia trata de extender de forma milimétriKa el impulsor de esferas, sus muekas denotan un trámite importante dentro de la jugada, mas allá un taxista arruma decenas de monedas sobre el "parabrisas" de su nuevo vehíkulo desprovisto de ruedas, artikula unos movimientos kon klaros rasgos de rito. La ke mas me llama la atención .. es esa tipa gorda al lado de la puerta, hay un koche de guagua a su lado... al lado de la puerta también llueve y hace frio, son kasi las 2 de la mañana. Muevo la kabeza de lado a lado , demostrando mi desaprobación, pero al parecer nadie ni sikiera me vé, todos kompletamente enfrasKados en sus aparatos.
Esto debe ser una enfermedad pienso, pobres insanos, alguien debería fisKalizar esto.... akí hay señal ineKívoka ke keda poko mundo. Prendo un cigarrillo de mi kajetilla nueva, bebo un trago kortito y juego kon una bokanada de niebla sobre un mar de Kafé mientras lo úniko ke kiero es ke el maldito flakuchento tire rápido la maldita bola para ke se salga de mi máKina.














sábado, abril 19, 2008

Paradise lost.

Un pakete tierno de cigarrillos kruje sutilmente mientras lo circundizo de lado a lado. La noche komienza mágika y fria. Diviso los halógenos borrachos de mis contendores zigzageando ekléktikamente en la nébula vía, aspiro profunda y caliente la bokanada sabrosa y tóxika. Meto primera akompañada de karraspera y una segunda larga y pareja, kuando la tercera afina diapasónika kon mi stereo puedo perkatarme ke estoy en medio de la ancha avenida... entre los vehíkulos negros.
Me gusta kono se ven los berbellones sangrientos de los cafes kon piernas entre la neblina. Laten y pululan komo arterias llenas y rebozantes transmitiendo kalor y humedad, kizas eso sentí la noche ke estacioné desfachatadamente mi taxi afuera de uno , indemne a las krítikas y burlas de kolegas y krucifixiones de vecinas pechoñas.
Entré a lo Klint Eastwood, me apoyé en la barra kual cowboy tratando de disimular lo primerizo de mi situación. Inkluso encendí un Lucky sin filtro para ke el "ambient" sea lo mas logrado posible, levanté lentamente el rostro para kedar mirando fija e inexpresibamente a la niña en diminutas vestiduras... y le dije:
- Dame una cerveza......
A lo ke ella respondió:
- Akí no vendemos cerveza.