miércoles, agosto 01, 2007

Mito Four.

Hay tipos a los kuales no es necesario preguntarles nada. Kon solo verlos puedes deducir su tendencia religiosa, profesión, estado civil ... o su tendencia polítiKa.
Pensaba justamente en eso mientras miraba a un hombre sentado a mi lado, se veia bastante viejo, su larga barba estaba algo kana, el pelo aunke eskaso era largo y salia bajo una boina oskura kon una extraña chapa de metal koronando su kumbre.
Mientras sintonizaba una emisora noté el térmiko aroma de cítriko navegado y frituras. Kise hacer un lúdiko ejercicio y buské la radio mas izkierdosa posible. Esperando la reacción.
Kelentaro sale de entre los parlantes kon aguardientosos sones. Pero de mi akompañante ..nada. Subo un poko el volumen, la proklama enfila por la libertad, la justicia tirando pa`la reevindikación social y la revolución!!!
Chuta , no pasa nada. Pienso ke los ñurdos ya no son los mismos de antes mientras me detengo en "La Mano" de Ruben Dario. El tipo baja, se detiene kon la puerta aún en su mano y me dice:
- A visto a Mao Tse-Tung kompañero??.
-...........
- No ha visto nunka a Mao Tse-Tung kompañero???
- Ke?????????
- Mire amigo , en noches komo estas, solo kuando la luz de la luna kae direkto de arriba .. se ve al kamarada.
Y mira orgullosamente a la giganteska eskultura bañada de los satelitales rayos. Termina por cerrar mi puerta y hace el típiko gesto de despedida del kurao`.
Estoy pegado, petrifikado. Mi auto esta justo en un ángulo oblikuo al monumento, veo algo extraño, algo ke nunka había notado. No me aguanto, tienen ke ser komo las 3 de la mañana, hace mucho frio (y estoy Kalientito), el sektor es peligroso( me pueden Kgar kon la plata) pero la kuriosidad es mas grande.
Bajo del auto, mientras kamino a "la Mano", rekuerdo su origen. Años de Régimen Militar, años de polarización de ideas, años de enfrentamientos, años de lágrimas. El asesinato de los hermanos justo en esa eskina kiso ser para siempre rekordado kon la enorme Zurda de cemento. Había eskuchado otros mitos, ke la habián konstruido kon plata de chilenos exiliados, ke el gobierno de la Alemania del Este la habiá donado y también algo oí de los Chinos.
Pero mientras estoy ya kasi a sus pies, me doy kuenta inegablemente de la delgada línea ke separa las historias de los mitos.





Dedikada a los valdivianos.