viernes, noviembre 14, 2008

Costanera.

Un gaseoso vapor desdibuja la superficie de mi vehìculo. Por entre ella, las figuras parecen tembleques imàgenes salidas de una pantalla de PC desenchufandose. Estoy chato, agotado, la maldita noche fue lo suficiente furiosa y alocada para succionarme hasta la ùltima gota de energìa vital.
Es una hermosa mañana, la bruma comienza a levantarse, algunos lobos empiezan su jornada de pesca matinal y los cormoranes juegan ese divertido arte de los resbalones acuàticos. Es raro esto de tener que acostarse cuando la vida amanece, dan ganas de no dormir nunca, que cada pestañada es un mesquino pedazo de tiempo perdido en una entretenida pelìcula cinemascope.
El cafè se acaba, nuevamente doy arranque por ùltima vez al motor, comienzo a avanzar por esta rivera que conozco de memoria... una linda gringa me trata de detener a mitad de cuadra.
Trato de hacerle algùn tipo de seña para comunicarle de que ya no estoy "en servicio", pero su escaso castellano y "menos" su conocimiento de la locomociòn colectiva scchilena me hacen darme cuenta que solo pierdo el tiempo .
Observo sus delgados brasos tensos como paquete de resortes al soportar esas enormes sierras exponiendo ostentosamente sus colas por los cambuchos de diarios y una colorada sonrisa enarbola la ùltima sùplica.
.......... bah. Pienso mientras me bajo dispuesto a pasar a pescado mi portamaletas..
- que tan malo es no dormir...