lunes, julio 25, 2005

LA SUERTE DEL CURAO


Viernes, 4:55 am, la hora de la salida de la disco, voy rápido, pero no tanto como el hijo de puta que viene adelantándome como a gamba por entre la nieblina, es Picarte, vamos llegando justo a la plazuela Berlín. REcresta está cambiando el mardito semáforo y mi socio no sacó la chala. Va a ser un gran choque. Esta maldita sensación la he tenido antes, cuando sé unos 3 ó 4 segundos ántes que va a ocurrir un accidente y no hay como mierda avizar a los futuros protagonistas.
Toco la bocina, hago un juego de luces pèro es inevitable. Por suerte el toyota tercel "nuevo" no pega de lleno en la minúscula fiorino , sinó que golpea su cola y la hace girar sobre su eje yo calculo que un millón de vueltas hasta quedar en el bandejón central. El tercel sigue su loca carrera y se ensarta en el paradero próximo. Por milagro no están los curaos de siempre llamando en los teléfonos públicos o meando en la panadería.
Frenamos varios darkcars, atras mio viene el trompa que siempre en estos casos se las dá de rescatista y justo mas atras viene una camioneta de carabineros, todos aún estamos tiritones, este pencaso sacó trago me dice un pasajero y saca su petaca.
EN la fiorino una mina grita que no puede mover el cuello, su socio al lado esta medio "ido" por la cantidad de vueltas pero al parecer se ven enteros, Cuevas me digo y miro ahora el tercel( ke estaba nuevo); Lo que ahora viene es la aplicación mas perfecta de esa especie de rezo lleno de sabiduría popular chilena.
Se bajan CINCO pendejos , totalmente ebrios, todos ellos sin ningún mínimo rasguño, empiezan a recriminarse entre ellos la culpabilidad de todo, sacan todos sus celulares de última generación, se empiezan a vestir con sus parkas hi-tech y empiezan a conversarle al paco que son los hijos y sobrinos de no se quien y etc etc., la cosa se calma, se llevan a la mina y nosotros seguimos laburando.
Esta historia es de unos 4 años atras, y ya ni me acordaba de ella , ni siquiera por lo extraño que resultó que ningún medio de comunicación haya dado noticia alguna ni se habló de la minoca de la camioneta herida. Solo la recuerdo ahora, justo con este día de nieblina de mierda, yo apurado por Picarte y un Yaris "nuevo" adelantándome como un recresta cerca de Bueras, con un desgraciado con cara de mas de dos piscolas y un enorme parecido a un guevón que me sobrepasó hace 4 años.