sábado, enero 14, 2006

LA PAYASITA (y el koleto).


El viento cálido se mete en la cabina junto con los aromas de verano, el olor a bronceador y piernas juguetea en la naríz en cada esquina. Los semáforos son antros de extraños personajes, vendedores de helados, bebidas, macheteros institucionalizados, sordos, mudos, tontitos, vivitos, captadores de colectas, hare krismas y los que sin duda son las estrellas de la calle: los payasos.
Cuando el periodo estival llega, los colectiveros sienten que su a veces monótono trabajo se refresca de colores, cabriolas y zapatos gigantes, como un chispazo de vida ke hace relucir amarillentas sonrisas detras de los sucios parabrisas.
LLega Enero y de entre todos los parabrisas, hay uno del que salen las miradas de búsqueda más behementes y tristes de toda la ciudad. A cada "rojo" de las esquinas hay un automovil negro que siempre se queda mas segundos de lo normal, originando un concierto de bocinazos a cada aparición del clorofílico color.
Se llama Niko y esta historia recorre las largas paradas en los servicentros y cafeterias nocturnas de la ciudad.
Al parecer la primera vez que la vió fue frente al terminal de buses, en ese eterno semáforo de tres fases que serviría para jugar una pichanga entre verde y verde. Quizás ke habrá sido?, sus enormes zapatos, sus balerinas rajadas, o su "gran" boca ultra roja, el caso es que Nikito tubo que ser practicamente golpeado por el parachoques trasero para que reanudara la marcha, sin siquiera atinar a darle su merecida moneda a la payasita que lo miraba extrañamente con su palma extendida .
Claro que despues del bochornoso insidente Niko volvió preparado, a la segunda vuelta sus monedas de "KINA" fueron acompañadas de cariñosos elogios y piropos, pero degraciadamente no tubieron una buena acogida. Pero ud. ya sabe, el colectivero es porfiado y a la tercera, cuarta y quinta vuelta la payasita reconeció detras del guevón cargante a un romántico caballero.
El medio comenta que ese mes el Niko no ganó ni para la sal, a cada pasada por el terminal de buses el pobre Nikito se desprendía de buena parte de la ganancia, ( y de su destrozado corazón).El cuadro se volvia cada vez mas oscuro, Niko comenzó a sufrir calladamente una (paradójicamente) triste pena de amor.
Pero nuestro coleguita no sabía que tal como ocurre en Enero en esta ciudad, las negras nubes se despejan rapidamente y aparece un quemante sol que hace subir la temperatura como una olla a presión. Como la temperatura que sintió Nikolas esa noche de viernes que empezó todo.
Es tarde ya, la oscuridad hace predecir que no quedarán artistas callejeros a esta hora de la noche, Niko está deprimido, se podría decir que triste. Hasta que aparece el destello en la oscuridad.
Una odalisca de fuego aparece frente a su taxi, las bolas incandescentes se aproximan casi mágicamente a su auto iluminando su raído traje que NIkolas encontraba de rara belleza. Cuando parecia que este ser se elevaría del suelo producto de su arte llegó lo que realmente enloqueció a Niko. Una bocanada de fuego que sintió en su cara y alma fue el broche de oro para cerrar el extraño acto nunca antes visto en calles valdivianas.
"Eres maravillosa", fue lo único que atinó a pronunciar una seca boca que pronto sería recompensada. El vehículo queda detenido para siempre en Picarte con Anfión Muñoz. Incluso algunos satánicos colectiveros prenden sus intermitentes y solo atinan a esquivar a ese malherido v16 lx que está parado en medio del semáforo.
"Vai`para el centro"?? Dice la payasita mientras mete sus apagadas esferas en un viejo y chamusKado bolso. Niko abre la puerta y solo sonrie y escucha, él ya á hablado bastante, ahora tiene tiempo para escuchar las miles de odiseas y aventuras que la princesa de fuego la contará durante esas dos semanas que se veran durante el verano. Se dejará llevar, así como un leño que se deja consumir por el inconmesurable fuego, resignado a su condición de combustible.
Dicen por ahí que el primer sabor que sintió de su boca fue al Kerosene, nada de delicadezas florales y frutas celestiales, fuerte e inflamable, su roja boca lo depositó bien pegado a la tierra y sus catacumbas, de las que no salió nunca más.
Niko ya no es el mismo, desde que terminó ese verano (y desapareció la Payasita) ya no se le vé bién acompañado de flacas producidas o morenas curvilineas, su afición a las conversaciones entretenidas y las chelas en los pubs ya son parte del pasado.
Así que ya saben, si ven un vetusto nissan siendo bocineado a mansalva en algún semáforo por su lenta salida, es el pobre Niko buscando entre los payasos a la pricesa de los clowns.

2 Comments:

Blogger Iñche Claudio said...

El arte se hace callejero y los aplausos se cambian por las monedas, pero la buena onda es siempre gratis....
Recuerdo las rimas del anciano marinero, comenzaban con un crujir de barco ante el movimiento de las olas, buen aporte...

12:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

O_º

1:02 p. m.  

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